lopdacoste0_thumb.gifEl pasado día 6 de febrero la Fundación Tripartita para la Formación y el Empleo hizo público un comunicado en el que da un importante paso al frente en relación con el fenómeno conocido como LOPD COSTE CERO.

La Tripartita, al igual que en su primer comunicado sobre este asunto emitido en abril de 2010, expresamente advierte de la “existencia de entidades que ofrecen servicios gratuitos de implantación, auditoría y asesoría en materia de protección de datos de carácter personal, los cuales en la práctica se financian con cargo al crédito asignado a las empresas para la formación de sus trabajadores”.

Pero lo novedoso y más importante del comunicado es que públicamente −además de recordar a todas aquellas empresas que se pueden beneficiar de esos fondos que en caso de detectar irregularidades eso supone la reintegración de las cuotas indebidamente deducidas más sus recargos− se da a conocer el hecho de que se ha empezado a imponer sanciones A LAS “EMPRESAS OFERTANTES DE LOS CITADOS SERVICIOS DE PROTECCIÓN DE DATOS DE CARÁCTER PERSONAL” en las condiciones antedichas, algo que reiteradamente viene reclamando el sector, porque hasta ahora, el pato solamente lo pagaba la empresa que destinaba sus fondos de formación a estas acciones (con total conocimiento y conciencia por su parte de lo que estaban haciendo en algunas ocasiones, pero en otras aprovechándose “el profesional incitador del fraude” del desconocimiento de su interlocutor), mientras que para esas empresas todo era beneficio y salían de rositas.

Por tanto, estamos de enhorabuena, porque la tortilla se está dando la vuelta.

Eso sí, me gustaría hacer las siguientes reflexiones en voz alta, con alguna que otra critiquilla (qué le vamos a hacer, esto de sacarle punta a todo me venía de serie…) sobre este tema:

1.- Menuda proporción real debe tener la bolsa de fraude detectada cuando, con lo reacios que son los estamentos públicos a mojarse, la Tripartita ha empezado a decir las cosas claras y comunica que las consultoras están siendo sancionadas. Me da a mi que eso de “en ocasiones”, como reza el comunicado, es un mero eufemismo y que la imposición de sanciones a las consultoras que incurren en esta práctica va más allá de ser algo puntual.

2.- Si bien es un avance el posicionamiento público de la Tripartita, lo cierto es que su labor podría ir mucho más alla, haciendo públicas las circunstancias concretas que presentan los casos en los que se ha sancionado a las empresas ofertantes, de forma que por medio de su difusión desde la web de la propia Fundación, desde el sector profesional o, por ejemplo, las Cámaras de Comercio, se lograra un efecto preventivo: que el empresario, organización, profesional, comerciante o Administración al que se ofertara o propusiera esta actuación pudiera detectar su carácter ilícito y, en consecuencia, la rechazara. Está muy requetebién sancionar cuando se detecta la comisión del ilícito, pero lo que hay que evitar es su comisión. Cabe hacer hincapié en que el público objetivo de estas empresas lopdceristas es mayoritariamente la pequeña empresa, donde la ignorancia en estos temas técnicos es muy grande, lo que juega en su contra, siendo muy necesaria esa labor preventiva de difusión.

3.- Si se están consiguiendo avances en este tema (y les puedo asegurar, por conocer el  asunto de primera mano al haber pertenecido a la su junta, que no es nada fácil) ello se debe principalmente a la labor de la Asociación Profesional Española de Privacidad, APEP. Existen otras organizaciones relacionadas con el mundo de la privacidad y las nuevas tecnologías, pero, salvo actuaciones puntuales de aquellas y algunas valientes denuncias realizadas a título particular por determinadas personas, el único colectivo que se ha batido y se sigue batiendo el cobre en este asunto es el de los asociados de APEP. Permítanme una breve recensión de algunos de los méritos de la Asociación, pero sobre todo de sus asociados, que son los verdaderos protagonistas de estas acciones con su labor de zapa diaria, recopilación de documentación, acciones directas o puesta a disposición de la Asociación de sus contactos:

  • Fue APEP la que hace ya dos años se presentó en esta ocasión de la mano de ASIMELEC (ahora AMETIC) en la Fundación Tripartita para facilitarles un enorme y completísimo dossier informativo sobre estas prácticas, que logró vencer la resistencia y reticencias de la Tripartita a coger el toro por los cuernos, forzándola a poner la maquinaria en marcha y publicar su primer comunicado, a coordinarse con el resto de Administraciones y organismos implicados, así como influido en este segundo comunicado tras mantener nuevas reuniones para fortalecer la colaboración con ellos y el Servicio Público de Empleo.
  • Fue APEP la que facilitó ese mismo dossier al Departamento de Inspección Financiera y Tributaria de la Agencia Tributaria, que ha puesto en marcha numerosas inspecciones de carácter fiscal. Por cierto, lo mismo que he dicho de la Tripartita se lo aplico a la Agencia Tributaria: el tema no está en pillar el fraude o el ilícito fiscal, sino en evitar que se produzca. Y dada la dimensión del fenómeno LOPD COSTE CERO, no hubiera estado de más la difusión del posicionamiento y criterios fiscales de la Agencia sobre este tema para que los mismos llegaran a través de los canales citados anteriormente a conocimiento de los interesados, de forma que se evitaran perjuicios ulteriores teniendo la posibilidad de rechazar aquellos servicios con tratamiento fiscal anómalo.
  • Ha sido APEP la que ha conseguido que en diversas comparecencias en los parlamentos nacionales y autonómicos se interpelara sobre este tema, por ejemplo, al Director de la Agencia Española de Protección de Datos o a la Directora de la Autoritat Catalana de Protecció de Dades, si bien hay que decir que, incompresiblemente desde mi punto de vista, las agencias en este tema tiran bastante balones fuera aduciendo que no tienen competencias directas para perseguir el fraude. Y eso es formalmente cierto, pero si tanto bombo y platillo se le da al tema de la protección de datos de carácter personal, que se presenta casi casi como el único derecho fundamental reconocido por la Constitución, girando todo alrededor de él (lo que yo llamo el eleopedecentrismo), y con las importantes y gravísimas consecuencias económicas que conlleva su incumplimiento, señores, que menos que apoyen desde sus páginas web el profesionalismo en el asesoramiento en la materia, que no se les van a caer los anillos por ello.
  • Fue APEP la que ha ilustrado sobre el fenómeno al Consejo Superior de Cámaras de Comercio y que desde el mismo se aconsejara a un par de Cámaras territoriales la rescisión de contratos firmados con empresas coste cero, lo que así se hizo, porque mandaba “trillos” el asunto.
  • Fue APEP la que corrió con la redacción de la mayor parte de la pregunta que sobre este asunto el partido UpyD presentó al Gobierno de la Nación en fecha 8 de junio de 2010, y que, por cierto, todavía está pendiente de respuesta, cosa que se me antoja vergonzosa. Por cierto, el que tenga curiosidad en su contenido, sumamente interesante, porque todavía no la haya leído, puede acceder al texto completo de dicha interpelación a través de este
  • Es APEP la que está detrás de la mayoría de artículos y reportajes periodísticos que se hacen eco de esta práctica fraudulenta, siendo especialmente relevante el publicado en fecha 25 de noviembre de 2011 por la periodista Almudena Vigil en Expansión. Pero no tenemos que olvidar otros publicados por El Mundo o Público a nivel nacional, así como diversas publicaciones en diarios o periódicos locales. Por cierto, echo de menos cierta presencia en el otro grupo gigante de la comunicación, Prisa, pero bueno, todo se andará.

Por tanto, enhorabuena a los asociados de APEP, al trabajo en este tema de su junta directiva, pasada y presente, así como a todos aquellos buenos profesionales que sin duda se habrán alegrado por el contenido de ese comunicado de la Tripartita. Cuesta, y mucho, pero entre todos seguimos avanzando en la lucha contra esta lacra.

Por cierto, el logo que ilustra esta entrada es obra de Eduard Chaveli Donet, a quien agradezco que me permita usarlo