PENews_2547_20110810134651_emph_caYa está aquí la Navidad. Y tan cierto como que ésta llega todos los años es que en los primeros días de diciembre, si tienes suerte,  Carmen te llama a filas.

Fundación Natzaret es una organización radicada en Palma de Mallorca que desde hace más de ochenta años da acogida a menores cuyas familias no pueden atenderlos debidamente, por decirlo finamente. Como pueden ustedes adivinar, la historia de cada niño supera con creces lo que todos, que vivimos en nuestra burbuja de bienestar y que solemos quejarnos de nimiedades que se nos antojan importantísimas, podamos imaginar: abuso sexual, maltrato, abandono….

Los niños que acoge Fundación Natzaret descubren la alegría en su seno, donde se les proporciona, dentro de las siempre limitadas posibilidades de la institución, un entorno de cariño, atención terapéutica para afrontar y superar los traumas sufridos, así como una educación y formación que les permita en su día valerse social y laboralmente.

Para que se sitúen, este año, la Fundación Natzaret tutela a 41 menores. A lo largo de su historia, a más de ocho mil.

Estos niños también tienen derecho a la Navidad, y el centro así lo procura. Cada niño escribe una pequeña carta en la  que expresa dos o tres regalos que le haría ilusión que le hicieran, de los cuales uno recibirá seguro.

Y a partir de ahí, entra en juego todos los años Carmen, reclutando a su particular ejército de Dumbledore: agarra teléfono y no para hasta que un número de personas igual al de los niños acogidos se comprometa a responsabilizarse de una de las cartas y adquirir uno de los regalos señalados en la misma.

Ustedes pensarán: bah… qué fácil… eso lo hace cualquiera… ¿Si? Prueben, prueben  a hacerlo. Inviertan su tiempo en coordinar ese trabajo, en no parar hasta que todo el mundo te diga que sí, en controlar que todo el mundo cumple, en “comerte” aquellas cartas que quedan vacantes porque un año te falta gente pero los niños no se pueden quedar sin obsequio, en recoger todos los regalos, en organizar la fiesta de entrega, en mandar fotos a todos para que veamos la alegría de los niños… y luego me cuentan. No es un trabajito de cinco minutillos. Hay que echarle muuuucho tiempo y  cariño. Carmen, de tiempo no va sobrada, pero les puedo asegurar que de lo otro, de cariño, tiene para dar y regalar.

La labor de Carmen es impagable, no solo para los niños, sino también para los soldados de su ejército, porque somos tan tontos y egoístas que pensamos que con perder media hora al año en ir al Corte Inglés a comprar un regalo somos los tíos más solidarios del mundo… y hasta el año que viene. Bueno, pues si nuestra estulticia es el medio para proporcionar alegría a esos niños, bienvenida sea.

Así que muchas gracias, Carmen, por tu dedicación, por tu esfuerzo desinteresado y tu entusiasmo. Y, por favor, no te olvides de llamarnos el año que viene.

Juana y Alfonso

PD: La labor de Carmen es solo la punta del iceberg. La Fundación Natzaret necesita de mucho apoyo. Si quieres conocer más en profundidad sus programas de ayuda y las formas de colaborar con ellos, sólo tienes que pulsar en el siguiente enlace para acceder a su web. La gente necesitada no es solo la que sale en el telediario ni la que está en el quinto pino. Aquí, a la vuelta de la esquina de tu casa, también hay tragedias que paliar.